2 de Febrero 2017
Las
letras están ahí, esperando a que alguien las escriba. A menudo tengo la
sensación de que yo no elijo las palabras, sino que ellas me eligen a mí. Las
malas y las no tan malas. Yo solo hago el esfuerzo necesario para captarlas lo
que en realidad puede significar un esfuerzo considerable. Escribir algo es un
acto moral.